[ Pobierz całość w formacie PDF ]
acontecimientos; si me hubiesen mandado que le mantuviese a usted prisionero, tenga la completa seguridad de que no saldría de aquí. Pero tal y como están las cosas, tengo bastante campo libre para negociar. He aquí mi ofrecimiento: Hay pequeñas naves interplanetarias escondidas en varios lugares de la Tierra. Usted puede marcharse cuando guste. Alejarse de este planeta. Seguramente oculto para cualquier volumen del espacio a menos que uno conozca su órbita, hay un crucero armado de gran velocidad. Si me ayuda a encontrar a Saris, les llevaré a ustedes dos y haré cuanto pueda por rescatar a sus compañeros. Se estudiará a Saris, pero no se le hará ningún daño. Si él lo desea más tarde puede ser devuelto a su mundo natal. Ustedes pueden unirse a la sociedad, o pueden hacer que se les envíe a cualquier planeta colonizado por los humanos más allá de la región conocida por Sol y Centauro. Hay ahí fuera muchos mundos adorables, una amplia variedad cultural, lugares en donde usted puede sentirse de nuevo en casa. Su recompensa monetaria le dará a usted un buen comienzo. »No creo que le guste a usted ya más la Tierra, capitán. Ni me parece que preferirá la responsabilidad de desencadenar una guerra que desvastará los planetas. Me parece que su mejor camino es estar con nosotros. Langley miraba el suelo. El cansancio estaba a punto de apoderarse de él. De volver a casa, deslizarse hacia atrás durante años de luz y siglos hasta encontrar de nuevo a Peggy... era un grito que nacía en su interior. No sé que hacer murmuró . ¿Cómo puedo estar seguro de que usted no me miente? con un instinto de autopreservación, dijo : No sé tampoco dónde está Saris, dése usted cuenta. Dudo hasta de poder encontrarle yo mismo. Valti alzó una ceja de manera escéptica, pero no dijo nada. Necesito tiempo para pensar suplicó Langley . Déjeme que lo consulte con la almohada. Si usted desea Valti se levantó y rebuscó en un cajón . Pero recuerde, Chanthavar o Brannoch pueden pronto impedirle a usted que haga su elección, si ha de ser suya propia, tiene que hacerla pronto. Sacó una caja pequeña, de plástico, plana y se la entregó. Esto es un comunicador, ajustado a una frecuencia que varía continuamente de acuerdo a unas series numéricas escogidas al azar. Únicamente puede ser detectado por otro similar, que yo poseo. Si me necesita, oprima este botón y llame. No es preciso que se lo lleve hasta la boca. Podría incluso rescatarle de enmedio de una fuerza armada, a pesar de que es mejor mantener en silencio este asunto. Aquí... manténgalo cerca de su piel, bajo sus ropas. No se le caerá, quedará colgado por si mismo y es transparente hasta para los rayos ordinarios que emplean los espías. Langley se levantó. Gracias musitó . Es usted muy honrado dejándome ir. «¿O es sólo una triquiñuela para desarmarme?». No vale la pena, capitán Valti le acompañó adelantándose hasta el exterior. Un coche armado de la policía tomó tierra en la terraza . Creo que le espera a usted un vehículo para transportarle a casa. Buenas noches, señor. Buenas noches respondió Langley. VIII El Control del Tiempo había decretado lluvia para aquella zona hoy y Lora se alzó bajo un cielo bajo gris con sus torres más altas atravesando las brumas. Mirando por la ventana que constituía una de las paredes de su sala de estar, Brannoch vio solamente un metálico lleno de resplandor, desvaneciéndose en la cortina de agua de lluvia. De vez en cuando restallaba un relámpago y cuando ordenó que la ventana se abriese a su rostro le llegó una fría bocanada de aire. Se sentía enjaulado. Mientras paseaba por la habitación arriba y abajo había rabia en su corazón. Musitó su informe como si cada palabra de él tuviese que morderse y escupirse para pronunciarla. Nada dijo . Ni una maldita cosa estéril. No lo saben. No tienen ni idea de dónde puede estar esa criatura. Sus recuerdos han sido revueltos hasta nivel celular y no ha aparecido nada qua podamos utilizar. ¿Tiene alguna pista Chanthavar? preguntó la voz lisa y mecánica. No. Mi agente Mesko en su último informe dijo que un almacén fue fracturado la noche en que el pequeño aparato volador fue robado y que varias cajas de raciones espaciales desaparecieron. Así que todo lo que tiene que hacer ese ser es esconderse en su cubil elegido, colocar la nave en vuelo automático y ponerse a esperar. Que es lo que en apariencia estaba haciendo entonces. Sería raro que los alimentos humanos le mantuviesen indefinidamente dijo Thrymka . Las posibilidades todas en favor de sus debilidades nutritivas son de que estas sean un poco diferentes de las nuestras. Habrá alguna pequeña deficiencia comulativa o intoxicante. Eventualmente puede enfermarse y morir. Eso puede emplear semanas repuso Brannoch , y mientras es posible que encuentre algún modo de conseguir lo que necesita. Pueden ser sólo elementos residuales o partículas simples, titanio... cualquier cosa. O quizás haga algún trato con alguno de esos grupos que le buscan. ¡Te digo que no hay tiempo que perder! Nos damos cuenta respondió Thrymka . ¿Has castigado a tus agentes por su fracaso en apoderarse de Langley también? No. Lo trataron, pero tuvieron la suerte en contra. Casi lo capturan, allá abajo en la Vieja Ciudad, pero luego miembros armados de la sociedad se lo quitaron de las manos. ¿Podían haber sido sobornados por Valti? Quizás fuese una buena idea dar a esa gota de sebo un balazo y deshacerse de él para siempre. No. Pero... No. La política del Consejo prohíbe el asesinato de un miembro de la Sociedad. Brannoch se encogió de hombros amargamente. ¿Por miedo a que dejen de comerciar con Centauro? Deberíamos construir nuestros propios navíos mercantes. Deberíamos ser independientes de todo el mundo. Día llegará en que el consejo verá... ¿Después de que hayas fundado una nueva dinastía para regir una hegemonía interestelar Centauriana? ¡Quizás! había una débil nota de ironía en la voz artificial . Pero continúa con tu informe; sabes que preferimos la comunicación verbal. ¿No te han proporcionado Blaustein y Matsumoto ninguna información útil? Bueno... sí. Dicen que si alguien puede predecir en donde está Saris y qué es lo que hará, ese alguien es Langley. Nuestra mala suerte ha sido que no hemos tenido éxito en apoderarnos de él. Ahora Chanthavar ha montado tal guardia en su torno que el rapto sería imposible. Brannoch se pasó una mano por su amarillento pelo . He colocado igual número de hombres míos para vigilarle, claro. Por lo menos harán difícil que Chanthavar le haga desaparecer. Durante algún tiempo, estamos en un punto muerto. ¿Qué has dispuesto hacer con los dos prisioneros? Bueno... todavía siguen en el escondrijo de la Ciudad Vieja. Anestesiados. Pensé borrarles la memoria del incidente y dejarles marchar. No son importantes. [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ] |