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negociaremos. ¡Pero continúa en guardia!
 Sí, capitán. ¿Debo imprimir los objetos que necesitamos?
 Bien... Con copias a Larry, sala de herramientas, capataz de los electrotecs y
fogoneros.
Copias de la lista de pedidos fueron distribuidas en la comida de la noche. Larry
tomaba a cucharadas una dulce compota de fruta y jarabe, derramando parte sobre su
barbilla y sobre la lista.
 ¿Por qué necesitamos esos discos de granate, hierro y níquel para el «cerebro de
burbujas»? ¿No estamos produciendo los nuestros?
 Sí  contestó ARNOLD . Pero sólo conseguimos dos punto cinco megabits por
pulgada cuadrada. Supongo que Rorqual quiere comparar la calidad.
Larry asintió. ¡Una especie de espionaje técnico!
Continuó leyendo: varilla de cristal neodímico de mil joules por nanosegundo para
encender el fuego del barco. Equipo de microondas dentro del radio de uno a diez
gigahertz. Diodos de heteroestructura de sándwich hechos de sustrato arseniuro de galio,
usando como lubricante una variedad de elementos: plata, aluminio, silicona, cinc y
germanio. Superconductores de disulfito de tántalo y piridina con una estructura de cristal
intercalada y una periodicidad de doce angstroms. Deuterio. Tritio.
Larry plegó su lista.
 No puedo ver nada malo con esta lista..., chucherías bastante elementales para que
un tec juegue con ellas. Supongo que nos vendrá mal incrementar nuestros suministros.
ARNOLD asintió.
 Envíaselo a Wandee.
Larry entró en la sala de herramientas y encontró a la máquina tragaperras extendida
sobre un banco de trabajo. Su estructura androide de 34 26 36 tenía una protuberante
pelvis que albergaba la herrumbrosa caja inicial. Tres ombligos cuadrados parpadeaban
desde la suave piel sintética, ofreciendo: barra, cereza, limón.
 ¿Otra vez aquí?
 Esta vez es fuego en mi cerebro  dijo ella.
Él desarmó su pericráneo y su placa delantera, haciéndola rodar de lado. Estirándose
por encima de su cabeza, bajó la llave de energía y abrió sus paneles de servicio. Los
circuitos del cuello y hombros estaban brillantes y relucientes, guiñando hacia él sus
plateadas cuentas y cables. La maraña de nervios dentro del cráneo recordaba una
polvorienta tela de araña recubierta de hollín. Bajó el visor y lo colocó sobre su propia
frente. Soplando cuidadosamente con su pistola de nitrógeno, examinó todos los fusibles.
 ¡Aquí está! ¡Otro de esos condenados fusibles de la Colmena explotó!  llevó hacia
delante la banda de su frente y se inclinó mientras hacía los microcortes . No sé si vale la
pena. Me parece que paso más tiempo poniéndotelos y sacándotelos que tú usándolos.
 ¿Qué me dices de esos en mi caja cerebral?
 Echaré una ojeada a tu tablero mayor cuando haya terminado aquí.
 No querría perder mi mente. ¿No hay ninguna manera de observarlos ahora y
predecir cuáles van a fallar, de forma que puedas hacer un mantenimiento preventivo?
 No  dijo él . He puesto algunos en mi propio maniquí. Todos los días se verifican
perfectamente, después se van sin avisar, ¡puf! Los míos están en el sistema de
coordinación motora. Cuando fallen estaré ataráxico o paralizado.
Levantó el calcinado fragmento y lo depositó en la ranura de diagnóstico del analizador
de circuitos. Diminutas sondas comenzaron un examen sistemático. Larry miró los
resultados.
 Igual que antes: un agujero en el centro, todos los empalmes derretidos o fundidos,
inútil. Ese cráter debe tener un diámetro de un milímetro.
 ¿Una bomba?  dijo ella, recordando la propensión de la Colmena a diseñar lealtad
explosiva dentro de las cosas.
 Me pregunto... Déjame que ponga un visor espía sobre tu tablero mayor. Ahí dentro
hay cientos de fusibles de la Colmena. Si uno se va, tendremos registros visuales y
podremos analizar el defectuoso como estaba antes de la explosión.
Terminó dentro de su cráneo y cerró. Bajando por su espalda separó las placas
posteriores del muslo y nalga. El panel mayor latía y brillaba como un panal multicolor
bajo una tela de araña rayada por el rocío.
 Hay mucho que observar aquí  dijo él pensativamente . Me gustaría ser capaz de
conseguir un discernimiento de 500X  buscó uno de los mejores ojos mec, colocándolo a
novecientas imágenes por segundo . Usando conmutación y enfoque de estado sólido
obtendría dos imágenes por segundo de cada fusible. ¡Ya está! Esto no impedirá tu
próxima quemadura. pero quizá nos haga capaces de averiguar lo que la produjo.
Ella comenzó a salir... Un 34 26 38.
 Siento eso, pero el espía necesita un montón de espacio. Esperemos encontrar la
causa del problema y que de nuevo te tengamos sobre un par de caderas de treinta y seis
pulgadas. No te olvides de tu placa delantera.
Cuando hubo partido separó las placas de servicio de las patas delanteras de su propio
maniquí.
 Podría espiar también sobre éstos  gruñó.
Durante los días siguientes se mantuvo apartado del raíl y llevó puesto un chaleco
salvavidas. No quería que un repentino ataque de temblores le arrojase al mar.
Larry estaba en su paseo matutino por cubierta, cuando su fusible se fundió. Hubo un
audible pop, seguido por el acre olor del aislante quemado. El maniquí comenzó a dar
trompicones. Se apoyó contra una pila de cestos.
 ¡Socorro!
Una de las esposas de ARNOLD le ayudó a volver a la sala de herramientas. Bañó el
panel con gas inerte y lo separó. Su pierna izquierda se cerró al modo sátiro.
 Rorqual, ¿puedo tener el registro del visor de mi pierna izquierda? Dame el 5X al
principio. Ahora vuelve al estallido. ¡Ahí está! Dame 50X de ese empalme justo antes de
que explotase. Ahora 500X.
ARNOLD entró.
 He oído que tenias fuego en tu pelvis  hizo una mueca . ¿Esa caja herrumbrosa está
molestándote de nuevo?
 ¡Condenación!  musitó Larry. Sus ojos estaban pegados a la lente. Con su mano
izquierda pasó y repasó las secuencias ópticas con un lapso de tiempo . Maldita [ Pobierz całość w formacie PDF ]
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